El asunto es que tengo piedras en el corazón,  lo ha dicho el doctor. Hace bastante tiempo que vengo tratando de eliminarlas. Busqué salidas alternativas, que resultaron evasivas. Hasta que comprendí que al dolor no podemos embaucarlo. Las piedras, que vistas en mano, me recuerdan a las de un frutero antiguo de murano. Las estoy echando al mar. Da gusto ver como se van transformando. Las disparo por los aires, piedras voladoras identificadas. Caen pacíficas al agua y hacen buena música.

por : Elsa Lastenia

por : Elsa Lastenia