Las mesitas convocan a un gran cierra puertas. Miramos las ofertas en el menú, tarareamos platos al son del piano. Una luz tenue en la vitrina, anuncia que los dulces no volverán a motivarla. La nostalgia despliega su aroma, pronto no quedará ni un suspiro para el recuerdo.
texto . foto : Elsa Estremadoyro